domingo, 26 de julio de 2009

Nuevo Leon / Historia

Hay tres componentes históricos distintos de las raíces coloniales del criptojudaísmo, en gran parte restringido a territorios invadidos por los españoles, cada uno con aspectos geográficos y cronológicos distintos: raíces coloniales tempranas, la provincia fronteriza de Nuevo León y las provincias fronterizas de más al norte. Las costumbres criptojudías tienen historias complicadas y están empotradas en una amalgama de tradiciones cripto católicas y judías. En muchos sentidos, las prácticas judías se veían reflejadas en las costumbres indígenas que estaban bajo un poco estricto velo católico.

Inicio de la colonización española a partir de 1500

En los primeros días de la colonización europea en México, criptojudíos conversos tanto de España como de Portugal llegaron al puertomexicano de Veracruz y de ahí a la Ciudad de México (el revitalizado Tenochtitlán). En las colonias españolas existía un ambiente más relajado en lo concerniente a la Inquisición.

Muchos de los inmigrantes de Portugal eran judíos que anteriormente habían inmigrado a Portugal por causa de la expulsión judía de España de 1492. Sin embargo, un decreto similar pero posterior en Portugal fue hecho público en 1497, por lo cual muchos niños judíos fueron eficazmente convertidos, teniéndolos bajo la tutela del estado a menos que los padres también se convirtieran. Por lo tanto, numerosos emigrantes criptojudíos en las primeros días de la colonización mexicana eran técnicamente portugueses de primera a segunda generación con raíces españolas. El número de tales emigrantes portugueses era suficientemente importante como para que la etiqueta de "Portugués" fuera sinónimo de "Judío" en todas las colonias españolas. La inmigración a México ofreció posibilidades comerciales lucrativas en una colonia ya bien asentada con la cultura española naciente, contrapesada por una población grande no cristiana. Fue premeditada y planeada en gran parte que las actividades de la Inquisición serían más relajadas en las colonias, dado que los asentamientos humanos eran constituidos de forma predominantemente por gente indígena no cristiana.

Era tan grande el número de criptojudíos que arribaban a México durante el año 1500 que funcionarios españoles se quejaron en documentos escritos enviados a España, de que la sociedad española en México era en forma preponderante judía. Los funcionarios encontraron y clausuraron sinagogas clandestinas en la Ciudad de México. Ya en este punto, los administradores de las colonias instituyeron la ley de la "Pureza de Sangre", que prohibía la migración a México de los Nuevos Cristianos, es decir, cualquier persona que no podía demostrar ser antiguo en el cristianismo, por lo menos durante las tres últimas generaciones.

Durante esos tiempos fue instituida formalmente la Inquisición mexicana para asegurar la ortodoxia de todos los emigrantes en México. La inquisición de México también fue desplegada de la manera tradicional para asegurar la ortodoxia de la población indígena nativa ya "convertida". Los primeros quemados en la hoguera o "auto de Fe" por la Inquisición Mexicana fueron en gran parte los indígenas convertidos condenados por herejía o los criptojudíos condenados por la recaída en su fe ancestral o prácticas poco ortodoxas relativas a costumbres judías.

Excepto en la provincia de Nuevo León, y en Jalisco en el Occidente del país, la migración de criptojudíos "convertidos" de los primeros días de la colonia a México no continuó después de la imbatible ley de la "Pureza de Sangre".

Prevalece herencia judía desde épocas ancestrales

Múltiples aspectos culturales, además del linaje y la fe, son tres lazos que el mexicano común tiene con el pueblo judío, sostiene el escritor y teólogo Manuel Hernández Gómez en su libro "La presencia judía en el México colonial" del Colegio de Jalisco.

"El cristianismo que se profesa en nuestro país, sea desde la perspectiva católica o de cualquiera de las variantes del protestantismo, todas se derivan del judaísmo", afirmó. "Jesús lo único que hace es extender la fe judía a las naciones gentiles, y las naciones gentiles van adaptando este entender de la fe judía de acuerdo a su idiosincrasia, a su manera de ver esta fe que les estaba llegando del pueblo hebreo", abundó Hernández Gómez.

La influencia cultural judía está presente, por ejemplo, en el sistema patriarcal, donde el hombre más viejo toma las decisiones en todos los órdenes respecto a su familia, costumbre de origen hebreo que se mantiene en Los Altos de Jalisco, dijo el conferencista.

Por lo que toca a la consanguinidad, la Península Ibérica contó con presencia judía por más de 2 mil 500 años, desde tiempos del rey Salomón, "es decir, mil años antes [de Cristo], y son expulsados a finales del siglo XV", sangre que junto con la hispana y, en menor proporción, la de los moros, pasó también a la Nueva España.

La persecución a los hebreos en el Viejo Continente, materializada con la quema de la judería de Sevilla, en 1391, generó el fenómeno de los "conversos", judíos que se asimilaron al catolicismo, algunos en la realidad y otros sólo como mera formalidad, ejerciendo de forma privada su religión, para evitar la muerte violenta.

Un siglo después comenzaría un flujo migratorio de judíos a América, en los viajes de Colón. "Se asegura que ya para el año de 1550, más del 25 por ciento de la población de la Nueva España era de origen converso", dijo Hernández Gómez. "Vemos presencia judía en muchas ciudades del país: Veracruz, Monterrey, Guadalajara, Mérida y en los centros mineros".

"Hay tres núcleos grandes de judíos conversos en el país, que son en Nuevo León, algunas regiones de los Altos de Jalisco y Nuevo México. Recordemos que toda la época colonial, Nuevo México es parte de nuestro territorio", explicó Hernández Gómez.

La fundación de Monterrey, atribuida a Diego de Montemayor, correspondió en realidad al judío Luis Carvajal y de la Cueva, que fue llevado a la ciudad de México, acusado por la Inquisición de faltar a la fe católica, y falleció tras las rejas, sostuvo el teólogo. El hostigamiento continuó y en 1596, en Santiago Tlatelolco fueron quemados en la hoguera 46 integrantes de la comunidad judía novohispana.

En Los Altos de Jalisco, Atotonilco y Teocaltiche tuvieron los primeros asentamientos de judíos conversos. En Tepatitlán, para los observadores, la cúpula de la parroquia de San Francisco está rodeada de estrellas de David, símbolo del pueblo judío, asentó el conferencista.

Nuevo León (México) en la colonización de 1590 a 1600

Palacio de Gobierno de Nuevo León, México

La historia de la colonización de México puede ser descrita como una expansión hacia el norte sobre una geografía cada vez más hostil y bien fincada por tribus hostiles y confederaciones aisladas de pueblos indígenas. Esta expansión fue financiada en gran parte por la explotación de la riqueza de mineral, la explotación de indígenas para el trabajo en las minas y el establecimiento de ranchos de ganado. Una región muy problemática era la gran extensión que cubría el cuadrante noreste de la geografía de México. Chichimecas, Apaches y otras tribus habían demostrado ser inmunes a la Cristianización y era casi imposible crear "asentamientos". Esa zona fue percibida en general como una región sin resolver y sin ley.

Luis Carvajal y de la Cueva1 fue contador y posteriormente tesorero de la Corona portuguesa y un “nuevo cristiano”. En 1573, durante las campañas de sofocación de los nativos de la región de Xalpa, Luis Carvajal y de la Cueva participó en una expedición comandada por el capitán Francisco de Puga, hacia el Norte de México, internándose hasta la población de Mazapil, en lo que ahora es San Luis Potosí. Este viaje es de extrema importancia, ya que en el mismo, Carvajal trabó amistad con un grupo de aventureros, principalmente de nacionalidad portuguesa, quienes ya habitaban en la zona. Estos personajes eran como él, judíos conversos en su mayoría. Dentro del grupo encontramos, entre otros, a Alberto del Canto, Diego de Montemayor, Gaspar Castaño de Sosa y Manuel de Mederos. Tiempo después, Luis Carvajal y de la Cueva recibió una carta real para asentarse en una gran extensión de la hostil frontera en el noreste de México, la cual nombró Nuevo Reino de León en la actualidad Nuevo León. Aparentemente, Carvajal y de la Cueva recibió una disculpa del rey de España que permitía que cualquiernuevo cristiano pudiera asentarse en esta región. Esta exención hizo posible que un número significativo de nuevos cristianos decidiera ir a fincar en esa hostil región, ya que no les era permitido vivir o arribar en otra región de México. Carvajal cargó naves en Portugal y la lista de pasajeros se piensa que pudo haber consistido exclusivamente en nuevos cristianos.

Con Carvajal como gobernador, establecieron una colonia en la ciudad de Monterrey, actualmente ciudad del estado de Nuevo León. Años después llegaron varios informes a la ciudad de México, en los que se demandaba específicamente la práctica de rituales judíos precisamente en esa provincia norteña y los pocos esfuerzos que se hacían para convertir a los indígenas paganos. El gobernador, todos los miembros inmediatos de su familia y otros personajes fueron llamados a comparecer ante la Inquisición en la Ciudad de México. Fueron arrestados y encarcelados. El gobernador murió posteriormente en la cárcel, mientras que "rehabilitaron" a los miembros de su familia. Uno de éstos era Ana Carvajal, sobrina del gobernador. Ella y otros fueron arrestados otra vez y condenados a quemarse en la estaca por recaer. Los sobrinos del Gobernador cambiaron su nombre a Lumbroso. Uno de éstos era José Lumbroso, también conocido como Luis Carvajal el Mozo, que se dice se circuncindó en el desierto para ajustarse a ley judía. Dos otros sobrinos también cambiaron sus nombres a Lumbroso y se hicieron rabinos famosos en Italia.

Durante el tiempo en el cual el gobernador Carvajal estaba en el cargo, la ciudad de Monterrey se convirtió en el blanco de la migración de otros criptojudíos que sentían la presión de la Inquisición mexicana en el sur. Así, la historia de Nuevo León y la fundación de Monterrey se distingue de otras comunidades mexicanas por albergar abiertamente una comunidad criptojudía. Así mismo, las ciudades del norte del Estado de Tamaulipas, fueron fundadas por familias de origen judío, tales como los Garza, de la Garza, Garcia, Cano, Falcon etc, provenientes todas ellas del Estado de Nuevo Leon. Otras comunidades judías existieron en México hasta la inmigración de las comunidades de Ashkenazi a finales de 1800 y 1900.

Territorios ex españoles y mexicanos ahora Suroeste de USA de 1600 a 1700

Debido a las actividades de la Inquisición mexicana en Nuevo León, muchos descendientes de criptojudíos emigraron a otras colonias de la frontera más al oeste de las rutas de comercio, pasando por pueblos de la Sierra Madre occidental y Chihuahua y el norte de la ruta de comercio a El Paso (Texas) y a Santa Fe (Nuevo México), y algunos pocos en California.

No hay comentarios:

Seguidores